Friday, October 13, 2006

Sin duda México deviene Porrotitlán ¿para bien? ¿para mal? No importa ahora. Ahora sólo esperar; ahora sólo agonía: espero con A de Anarquía. Alguien me dijo alguna vez que el caos es la forma más genuina de creación: autopoiética. Entonces aguardar ¿verdad?. Si ka' pero no pasivamente; a guardar botellas de vidrio se ha dicho cabrones, para las bombas molotov que hemos de lanzar cuando raves, drogas y desmadre anestesiado no basten ya para sacudirnos la cabeza y cansar nuestro ánimo. No como diversión mediática vitaminada con discursos de marxianos analfabestias (sorry profes de Oaxaca). Mejor como flores en medio de una noche de asfalto sin Luna -si, flores. Los actos simbólicos son bellos por naturaleza, los (pre)juicios los hacemos nosotros -si, flores amarillas bordeando avenidas y edificios con inscripciones de poesía calcada del habla cotidiana: cero romanticismo, cero ideologías podridas.
México, oh México, ese odio-amor que profeso por tí me confirma cada día más mi condición de apátrida-nacionalista: mi condición sin condiciones.

Thursday, September 28, 2006

Caen muros, se colapsan instituciones, personas que quieres mueren, amantes inmolan su unión: la vida es tránsfuga.

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Así soy, frívolo y sensible, capaz de impulsos violentos y absorbentes, malos y buenos, nobles y viles, pero nunca de un sentimiento que subsista, nunca de una emoción que perdure, y se consubstancie con el alma. Todo en mí es esa tendencia a ser de inmediato otra cosa; una impaciencia del alma ante sí misma, como ante un niño cargoso; un desasosiego siempre creciente y siempre igual. Todo me interesa y nada me atrapa. Presto atención a todo, soñando siempre; fijo los mínimos gestos faciales de aquel con quien hablo; recopilo las entonaciones exactas de cada cosa que expresamente dice; pero, al oírlo no lo escucho, estoy pensando en otra cosa, y lo que menos aprehendí de la charla fue la noción de lo que en ella se dijo, tanto por mi parte como por parte de aquel con quien hablé. De modo que muchas veces le repito a alguien lo que ya le repetí, le pregunto de nuevo lo que ya me respondió; pero puedo describir, en cuatro palabras fotográficas, la tensión muscular con que dijo lo que no me acuerdo, o la inclinación de sus ojos al oír con la que recibió el relato de lo que yo no recordaba haberle dicho ya. Soy dos, y entre ambos la distancia -¡Hermanos siameses que no están pegados!
Fernando Pessoa

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¿Tú tienes fe? Yo tengo sed.

*Para combatir esta inanición política es conveniente una gran purga poética. Ese es mi diagnóstico.

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Por cierto, el corazón no se roba, se arroba.

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Las Torres gemelas de Oliver Stone.

Para recuerdos polaroid en la memoria-teflón colectiva, los mexicanos ya tenemos a los lancheros nayaritas de la era post-Chupacabras: esos inventos del kitsch telemediático. ¿Por qué Stone propone vulgarmente el recuerdo patriotero de las Torres, sin más intención que la conmoción telenovelesca? Por respeto y timoratez hacia el sensible nacionalismo jodido de los gringos. Al pagar más del salario mínimo, esperaba un documental o una ficción neta, sin pasteurizaciones políticas de los conflictos con Medio Oriente (y con el mundo entero). Y qué. Me encuentro con la historia de dos sobrevivientes al estilo Esperando a Godot de Samuel Beckett, pero sin la concreción del drama absurdo. Lo más sacado de toda la peli es cuando aparece Jesucristo ofreciendo un bote de agua al poli desahuciado que acompaña en el estelar al que sale de Ángel enamorado en otra peli. Nada, un buen videoarte que afirma lo mamón e irreverente que “pretende” ser el señor Oliver Stone (con este proyecto más bien Oliver Piedra, literalmente, por su creatividad). Si pueden vean esta cinta y contrástenla con las demás producciones relacionadas al 9-11. Si ya la vieron jodan mi pseudo-crítica. Reconozco que Hollywood no aprobará un proyecto más apegado a la realidad, donde el terrorismo sea el discurso nodal, así como el pretexto para la reflexión. Ni el pequeño cuche nafteado, Michael Moore, logra un trabajo políticamente in-correcto. Lo que él hace es un collage retórico con “verdades secretas” que ya circulaban como mitos por Internet: el grado pegote del documental incendiario.
Ni hablar, seguiré esperando más versiones del 9-11. Quizá hasta una descaradamente apologética, patrocinada por Bin Laden.

Tuesday, September 12, 2006

La ciudad no existe. Es una construcción mental. Existe la invención, existe la creación. Cada quien habita la ciudad imaginada. No hay espacio común sino reflejos y espejismos del Yo. El sujeto se multiplica en una habitación vacía llenándola de significados. El sujeto es la ciudad.

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“Descartes escribe que una vez en la vida tenemos que recrear toda nuestra idea de la realidad. Eso es insuficiente. Cada instante debemos recrear nuestra imagen de la realidad”
Hors Matthai Quelle

“La costumbre hace familiar los monstruos”
Alfonso Reyes

“No sé qué cosa tiene el cielo aquí, que transparenta el universo a través de un velo de tristeza”
Efrén Hernández

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La publicidad y la propaganda gráfica hicieron manifiesta la podredumbre del entorno, el graffiti sólo llegó para contrarrestar la manipulación mental producto de estas quimeras clonadas ad infinitud. Con un gesto más violento, el graffiti calca la ironía de una sociedad ensayando la urbanidad desde una selva donde cada individuo es su propio depredador. No es un ornamento más dentro del barullo de imágenes que asaltan al transeúnte, en todo caso es un organismo brotando de los muros para decirnos que la construcción de la ciudad es tarea común y el cáncer de sus restricciones, diseminado en toda la sociedad, está carcomiendo nuestras vidas en pos de un concepto de civilidad demasiado artificial e injusto.

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La academia premiará tus cenizas
La academia cenará tus premisas

Metáfora de la democracia mexicana

Wednesday, May 03, 2006

De resistencias y otras caducidades


El pasado lunes 1º de Mayo, como sabemos, había que apoyar a la banda migrante realizando un sencillo performance colectivo: no consumir productos gabachos. Resistir ante el patrón del norti chingando quedito su economía, por lo menos un día. Supuse que era demasiado pedir para la suciedad moreliana. Acerté. El esperado día de la esperada acción civil, salí a tomar algunas fotos de la city y a supervisar la congruencia de los habitantes de la capital michoacana (uno de los estados que más braseros exporta al Other Side). Ahí estaba un Wal Mart medio lleno -o medio vacío- expresando la derrota regional de la resistencia nacional.
Desde que vi en los medios la promoción de dicha resistencia relacionada con el filme "Un día sin mexicanos" supe que algo de aquella noble y justa causa comenzaba a podrirse antes de las marchas multitudinarias, antes del mero día. Y es que si el bipolio (Televisa-Tv Azteca) intentó generar mayor efervesencia en torno al 1º de Mayo y la mega marcha, no hizo más que popularizar el discurso idiota de la mecionada pelicula y alimentar la resistencia al ritmo de Molotov (los nenes que protestan contra EU y visten Levi's). Sólo protestar, sólo por un día. El bipolio televisivo no explicó cómo la economía de EU se fragmenta temporalmente cuando el activismo político mete estas sancadillas. Realmente no se promovió el boicot, se invitó a protagonizar un sketch basado en la cinta de Arau. Una vez más, las 2 mamis mexicanas transmitieron una deconstrucción de los propositos netos de la Resistencia. Después de cada noticia: publicidad de productos gringos ¿Cómo podrían incitar al ascetismo consumista dos importantes responsables de la norteamericanización mexicana?
Me queda un consuelo. Espero que a partir de estas manifestaciones callejeras (las que se viven y no se consumen frente al televisor) el adormecimiento social se esfume paulatinamente y nos demos cuenta que la batalla casi esta perdida. Así, frente al cadaver de México (nuestro cadaver), del susto igual y reaccionamos.

Wednesday, January 18, 2006

Sobre Contracultura...

ENTREVISTA C/ROGELIO VILLARREAL*
Por JPérez...

¿Qué valor tiene la contracultura en un país en ruinas?

La contracultura tiene que repensarse, tener un proceso de autocrítica razonado, fuerte e implacable para no quedarse rezagada en la nostalgia de los sesenta, en la droga, la psicodelia, la comuna, el rock, el amor libre y todo ese rollo que ahora ya está totalmente integrado a la sociedad. La contracultura tiene que desempeñar papeles más activos en términos sociales, de activismo político pero inteligente, no esta rebeldía hueca de la globalifobia donde luego no saben ni por qué protestan. Hay que replantearse muchas cosas para canalizar esta rebeldía en cuestiones más inteligentes, más sanas, para cuestionar al poder, a la burocracia, a las estructuras viciadas y caducas.

¿Consideras que México es generador de una resistencia cultural o sólo un pepenador de prebendas gringas, un reciclador de la contracultura norteamericana?

Yo creo que las influencias son mutuas, de repente creemos que Estados Unidos nos influye y manipula en todo, pero cuando vas a ese país te das cuenta que hay un montón de comida mexicana, música y manifestaciones de nuestra cultura; es un proceso mutuo de alimentación. Aunque sí es cierto que la contracultura en México tomó varios estereotipos y paradigmas de la contracultura gringa, de los cincuenta y sesenta. Por ejemplo, José Agustín en su libro de la contracultura en México siempre está hablando de cómo se importaron estas tendencias, cayendo básicamente en lo mismo: el pelo largo, la ropa hipie y de manta, los viajes psicodélicos a Huautla. Es una especie de remedo, de tratar de ser como los contraculturales gringos.

¿Existe alguna forma de generar un contrapoder sobre los medios de comunicación, de promover un cáncer en el sistema a partir de los medios?

Francamente creo que no. Ya perdimos la batalla, la televisión tiene copado todos los espacios, todo el mercado. Sólo somos pequeños bichitos purulentos en el cuerpo social del país. No podemos hacer nada, es casi inútil oponer resistencia e intentar pelear. Televisa y TV Azteca ya ganaron; lo que podemos hacer es insertar pequeños brotes destructivos y un poco atípicos desde este mundo mediático, pero nada más. Una resistencia mayor sería desastrosa, desgastante e inútil a final de cuentas.

Replicante promete ser una publicación que reúne pensamientos libres y no intenta colocar a sus colaboradores en el sistema. ¿Cuál es el papel de la revista frente a otras de índole ceremonioso y oficialista?

Por una parte queremos cuestionar esa solemnidad, su relación con el poder. Ellos sólo buscan ser interlocutores del Estado, ciertas prebendas; colocar a su gente en lugares estratégicos del gobierno, como Nexos, que se la pasaba colocando gente en secretarías de estado. A Replicante le corresponde denunciar a ese tipo de intelectual santificado, tan orgánico y dependiente del Estado. Pero por otra parte proponemos una cultura más abierta, más sana y más burlona. Investigar, reflexionar, hacer periodismo, humor, publicar arte, pero de una manera más ligera, con una actitud juguetona.

¿Y cómo pueden evitarían caer en lo mismo? Porque algunos de sus colaboradores serán las vacas sagradas del mañana...

Siempre tiene que haber un proceso constante de reflexión y autocrítica. Esta no es una revista generacional, no es de jóvenes, a pesar de que una buena parte de sus colaboradores sí lo sean. La autocrítica interna nos tiene que alejar de estas actitudes cómodas, institucionalizadas, de abanderarnos como los contestatarios, algo que finalmente no nos corresponde. El día que nos institucionalicemos yo renuncio o me retiro.

¿Qué postura debe asumir el intelectual en el México de hoy en día, tan saqueado como ha sido costumbre?

Pues cuestionarlo, denunciarlo. Yo creo que el país está siendo saqueado pero por los propios mexicanos, no hay que echarle la culpa a los gringos. En México tenemos índices alarmantes de corrupción, y políticos de todos los partidos a quienes les encanta robar, mentir y engañar. Pero la culpa la tenemos nosotros al votar por ellos; los políticos salen de nuestras propias filas, de los empleados, de la burocracia, del campesinado. Si no somos capaces de hacer que la gente que sale del pueblo conserve cierta honestidad y vocación de servicio entonces estamos jodidos, somos nosotros los que propiciamos a esos monstruos de corrupción, engaño, de vicios de la política. Hay que estar más informados, escribir, denunciar y ser analíticos. Ve a muchos cómo se encandilan con un candidato populista, zafio e ignorante como López Obrador; y ni qué decir de Madrazo o los demás que son iguales o peores. Si la gente no es capaz de distinguir entre un verdadero proyecto de nación, que no existe, y el populismo de los políticos, pues seguiremos hundidos en la ignorancia y la pobreza por 500 años más.


*El buen Roger es director de la revista Replicante y autor de 40 Y 20 (Moho) y El dilema de Bukowski (Ediciones sin nombre).