Podría comenzar: "Erase una vez un pueblo demacrado por tanto zangoloteo sin razón...", pero me gusta más "Esta es la historia de un cuerpo lleno de metástasis, que vivía flagelándose frente al espejo de su autocompasión". Algo más aforístico, si acaso, para matar el rato y dedicar un improperio a la celebración del día. Una bofeteada alegre, melancólica y festiva, que sirva de mascarada mientras olvido, por un momento, ese respeto que guardamos por nuestra decadencia.