El pasado lunes 1º de Mayo, como sabemos, había que apoyar a la banda migrante realizando un sencillo performance colectivo: no consumir productos gabachos. Resistir ante el patrón del norti chingando quedito su economía, por lo menos un día. Supuse que era demasiado pedir para la suciedad moreliana. Acerté. El esperado día de la esperada acción civil, salí a tomar algunas fotos de la city y a supervisar la congruencia de los habitantes de la capital michoacana (uno de los estados que más braseros exporta al Other Side). Ahí estaba un Wal Mart medio lleno -o medio vacío- expresando la derrota regional de la resistencia nacional.
Desde que vi en los medios la promoción de dicha resistencia relacionada con el filme "Un día sin mexicanos" supe que algo de aquella noble y justa causa comenzaba a podrirse antes de las marchas multitudinarias, antes del mero día. Y es que si el bipolio (Televisa-Tv Azteca) intentó generar mayor efervesencia en torno al 1º de Mayo y la mega marcha, no hizo más que popularizar el discurso idiota de la mecionada pelicula y alimentar la resistencia al ritmo de Molotov (los nenes que protestan contra EU y visten Levi's). Sólo protestar, sólo por un día. El bipolio televisivo no explicó cómo la economía de EU se fragmenta temporalmente cuando el activismo político mete estas sancadillas. Realmente no se promovió el boicot, se invitó a protagonizar un sketch basado en la cinta de Arau. Una vez más, las 2 mamis mexicanas transmitieron una deconstrucción de los propositos netos de la Resistencia. Después de cada noticia: publicidad de productos gringos ¿Cómo podrían incitar al ascetismo consumista dos importantes responsables de la norteamericanización mexicana?
Me queda un consuelo. Espero que a partir de estas manifestaciones callejeras (las que se viven y no se consumen frente al televisor) el adormecimiento social se esfume paulatinamente y nos demos cuenta que la batalla casi esta perdida. Así, frente al cadaver de México (nuestro cadaver), del susto igual y reaccionamos.